Barcelona, 22 de julio de 2025 — Esta mañana, el Casal LGTBI de Barcelona ha acogido la presentación del proyecto “A mi també m’agrada”, impulsado por la Fundación Step by Step, en colaboración con COCEMFE CATALUNYA, con el objetivo de visibilizar a las personas LGTBIQ+ con discapacidad física y romper las barreras —físicas, sociales y culturales— que aún las mantienen en los márgenes de la sociedad. El acto ha contado con la participación de representantes institucionales, activistas y miembros del colectivo, y ha sido un espacio profundamente emotivo y reivindicativo.
“Cuando una persona adquiere una discapacidad parece que la vida se detiene, que la sexualidad desaparece. Iniciativas como esta son necesarias porque visibilizan sin tabús y construyen referentes que son fundamentales para todas las personas, también para las que tienen discapacidad”, afirmó Marta Villanueva, regidora de Salud, Ciclos de Vida, Personas con Discapacidad y Estrategia contra la Soledad del Ayuntamiento de Barcelona.
El proyecto, que cuenta con el apoyo institucional del Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat de Catalunya, ha sido ideado desde un enfoque participativo y transversal, en diálogo constante entre el mundo de la discapacidad y el colectivo LGTBIQ+, dos realidades que, como explicó Natalia Bettonica, directora de la Fundación Step by Step, “han ido durante años en paralelo, sin encontrarse”. “Creemos vivir en una sociedad inclusiva, pero aún queda mucho trabajo por hacer. El armario para las personas con discapacidad tiene doble fondo. Y eso lo tenemos que romper”, subrayó Bettonica.
En representación de la Generalitat de Cataluña, Alberto Lacasta, director general de Políticas Públicas LGTBIQ+, señaló: “La valentía de hablar de lo que incomoda es necesaria. Si queremos derechos para todos, debemos empezar por decir en voz alta que las personas con discapacidad también tienen deseo, afecto y derecho a vivir su sexualidad plenamente”.
Uno de los momentos más conmovedores del acto fue la intervención de Silvia Pucci, activista con discapacidad, quien compartió su experiencia personal: “Después de mi accidente pensé que nunca volvería a enamorarme. Pero el amor llegó. Hay mucha gente que cree que no podemos tener una vida sexual autónoma. Eso es mentira. También nos merecemos enamorarnos, divertirnos, tener una vida plena, como cualquier otra persona”.
Josep Maria Martínez, representante de COCEMFE Catalunya, reivindicó la importancia de romper con la sobreprotección, el paternalismo y las barreras invisibles: “Ser LGTBI y tener una discapacidad no es solo sumar dos realidades, es vivir en un mundo que no está preparado para ninguna de las dos. No queremos solo acceder a los espacios, queremos participar, decidir, transformar. Queremos ser escuchados, representados y respetados”.
El proyecto, que incluye ilustraciones del artista Sebas Martín, materiales audiovisuales y testimonios, aspira a convertirse en una herramienta de sensibilización para instituciones, entidades y la ciudadanía. Entre sus objetivos están crear espacios accesibles, formar a profesionales, incluir referentes LGTBIQ+ con discapacidad en la cultura, y promover una educación afectiva y sexual que no excluya a nadie.
“Los valores que queremos transmitir son inclusión, igualdad, empoderamiento y respeto”, concluyó Bettonica. “Pero el respeto debe empezar por la sociedad. No podemos seguir siendo una presencia decorativa. Queremos formar parte real de la conversación”.
El proyecto marca el inicio de una nueva etapa de colaboración entre colectivos históricamente invisibilizados. “A mi també m’agrada” no es solo una campaña: es una declaración de dignidad, un paso firme hacia una sociedad más justa, diversa y accesible.